La depresión derivada de un
duelo no elaborado
desde el modelo IFS
Mónica
es
una
chica
normal,
pero
desde
hace
unos
años
le
han
ocurrido
sucesos
en
su
vida
difíciles
de
gestionar
emocionalmente.
Perdió
a
su
marido
por
un
infarto
a
la
edad
de
38
años
a
los
6
meses
de
nacer
su
hijo
pequeño.
Tiene
que
ocuparse
sola
de
tres
hijos
de
12,
8
y
4
años
y
además
trabajar
sin
descanso.
Últimamente
nota
que
lo
único
que
quiere
es
dormir
y tiene una tristeza que la invade e impide que haga una vida normal.
Esa
parte
de
tristeza
cuando
falleció
su
marido
no
pudo
ser
escuchada
porque
no
tenía
tiempo
para
ella.
Debía
dedicarse
en
cuerpo
y
alma
a
sacar
a
su
familia
adelante
y
era
imposible
pararse
a
sentirse
triste
por
todo
lo
que le había sucedido.
Con
el
paso
del
tiempo
y
algunas
situaciones
de
la
vida
diaria
que
fueron
dándose,
la
parte
de
tristeza
que
no
fue
escuchada
se
ha
ido
volviendo
más
intensa
con
la
intención
de
que
Mónica
la
escuche.
Pero
el
miedo
a
que
eso
le haga caer, ha generado un conflicto en su interior.
A
su
vez
otra
parte
intenta
protegerla
de
ello,
haciéndola
dormir
más
de
lo
habitual.
Esto
hace
que
deje
cosas
sin
atender
y
provoca
que
aparezca
una
parte
crítica
que
incrementa
el
sentimiento
de
culpa
y
de
no
ser
capaz,
de
modo que la tristeza va cada vez a más.
Debido
a
no
poder
atender
sus
obligaciones
Mónica
acaba
perdiendo
su
trabajo,
sintiéndose aún
más
triste
y
asustada,
por
lo
que
pasa
cada
vez
más
tiempo
durmiendo
y
sin
fuerzas
para
poder
salir
de
ese
complicado
círculo
vicioso.
Cuando
podemos
ayudar
a
rebajar
la
intensidad
de
la
parte
del
miedo
a
caer
y
de
la
parte
crítica
y
le
explicamos
a
la
parte
que
la
hace
dormir
que
hay
una
manera
diferente
de
hacer
que
Mónica
se
sienta
bien,
estas
partes
sienten
curiosidad
para
proteger
a
Mónica
de
una
forma
más
efectiva
que
le
permita
salir de esta situación.
Al
trabajar
con
su
parte
de
tristeza,
ésta
nos
transmite
lo
difícil
que
fue
para
ella
no
poder
ser
escuchada
porque
tenía
un
gran
dolor
por
la
pérdida
de
su
gran
amor,
que
aún
siente
como
una
gran
carga
dentro
de
ella.
Al
sentirse
escuchada
por
Mónica
la
parte
de
tristeza
se
va
encontrando
más
aliviada.
Y
cuando
le
ayudamos
a
liberarse
de
esa
carga,
aquellas
partes
como
el
miedo,
la
crítica
o
la
parte
que
la
hace
dormir,
que
sólo
trataban
de
evitar
justo
aquello
que
estaba
ocurriendo,
quieren
transformar
su
forma
de
protegerla
con
cualidades como la fuerza, la alegría y la seguridad.
Mónica al tener una perspectiva más amplia y estar mucho mejor
anímicamente,
es
capaz
de
dar
un
giro
a
su
vida,
encontrar
un
nuevo
trabajo,
disfrutar de sus hijos y descubrir nuevas experiencias.
NOTA:
en
cada
caso
de
las
personas
que
padecen
hipocondría,
existen
motivos
únicos y personales que les ha llevado a ello, desde el respeto compasivo
abrimos
una
perspectiva
amplía
para
el
autoconocimiento
y
la
sanación
de
aquellas cargas que puedan estar influyendo, con el beneficio también en su
mundo
externo.
(sentimental,
académica,
laboral,
social,...)
y
por
tanto,
en
nuestra felicidad.